![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/12/tecnologia.png?w=350)
La surcoreana LG comenzó formalmente su aventura en el mercado de los dispositivos móviles en el año 2002, con la presentación de su equipo B1200; lamentablemente, hoy ha decidido tirar la toalla tras casi 20 años lanzando nuevos teléfonos.
Según se lee en un escueto comunicado, la firma tomó este camino después de realizar “un análisis completo de nuestras unidades de negocio y capacidades tecnológicas. Ha sido una decisión difícil pero necesaria para permitirnos continuar liderando una industria cambiante y enfocarnos en ofrecer mejores tecnologías”.
![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/04/pexels-zain-ali-971325.jpg?w=800)
LG es bien conocida por ser una empresa de aparatos electrónicos de primer nivel, a la par de Samsung y Sony, principalmente por la calidad de sus electrodomésticos y televisores; sin embargo, ese éxito nunca pudo solidificarse en el terreno móvil.
Si bien es cierto que su entrada al mercado de los celulares fue sólida y que durante la transición hacia los smartphones supo plantar cara a la competencia, la realidad es que desde 2015 cayó en una serie de errores de los cuales no pudo sobreponerse. Según cifras de la multinacional, esta rama registra desde hace seis años unas pérdidas que suman un total de 4 mil 500 millones de dólares.
Las razones tras el fracaso de LG se resumen en dos puntos: mayor competencia e innovación innecesaria.
Las firmas chinas y sus precios
LG fue el tercer fabricante de celulares más grande del mundo en 2013; no obstante, de acuerdo con Counterpoint Research, desde 2019 abarca menos de 2 por ciento de cuota de mercado. A la par de este dato, Research reporta que compañías chinas como Xiaomi, Oppo, Vivo y Huawei cuentan con una presencia de 11, 9, 8 y 8 por ciento, respectivamente.
La razón del crecimiento de estas marcas se debe principalmente a su catálogo de productos con una relación calidad/precio casi imbatible. Mientras LG presentaba en 2020 su serie K para la gama media, compuesta por equipos con pantallas HD, procesadores anticuados y cámaras cutres a un precio de 250 dólares, Xiaomi hacía lo propio con sus Redmi Note: dispositivos con pantallas FullHD, procesadores de última generación, carga rápida y cámaras decentes por alrededor de los 200 dólares.
![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/04/exuquwou8aidkfn.jpg?w=800)
LG nunca pudo contrarrestar el embate porque pensó que el consumidor le sería fiel debido a la reputación e historia de la compañía; sin embargo, con el auge de Internet y las rede sociales, sectores del mercado —especialmente el joven— poco a poco le echaron la mirada a las empresas chinas, quienes, ni cortos ni perezosos, apuraron el paso para aterrizar en más mercados a parte del oriental. Ofreciendo más por menos, estas firmas (especialmente Xiaomi) se han hecho un hueco en las gamas baja y media, arrebatándole a fabricantes clásicos un buen pedazo del pastel.
Como si esto no fuese suficiente motivo, a la par de que se subían al carro estas nuevas marcas, la surcoreana precisamente desatendió en los últimos años a sus gamas asequibles con el objetivo de centrar sus esfuerzos para desarrollar productos “innovadores” en el sector premium. Prueba de esto es su poco trabajo en el tema del software, ya que tener un LG de gama media era sinónimo de capa de personalización desfasada y una política de actualizaciones —muy— lenta.
No entender el mercado
Como se dijo líneas más arriba, LG dejó un poco de lado la gama media y baja para centrarse en el desarrollo de smartphones innovadores; el problema es que remó contracorriente e ignoró las tendencias de mercado, lo que realmente pide el consumidor en un celular.
Si bien es cierto que años más atrás con el lanzamiento de su Optimus 3D (en 2011) o su serie G Flex (2014-2015) LG mostraba su cara atrevida, de no tener miedo a experimentar con nuevas tecnologías, sería en 2016 que con su flagship, G5, daría inicio una serie de tropiezos que hundieron a la marca.
Con el G5, LG jugó con la idea de ofrecer un equipo modular, es decir, poder añadirle una serie de aditamentos —Friends, así los llamaron— que iban conectados en la parte inferior del dispositivo con el objetivo de brindarle características extra que potenciaran la experiencia del consumidor. Entre los módulos lanzados se hallan una cámara 360, gafas VR, una bocina… cosas poco atractivas para el usuario común, principalmente si se considera que no eran especialmente baratos y que no llegaron a todos los mercados.
![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/04/gsmarena_016.jpg?w=728)
Fuera de esta curiosa función, el G5 se vendía a un precio muy similar al del Galaxy S7, equipo con una construcción más elegante y con un apartado multimedia ligeramente superior al de la propuesta de LG; no había muchos argumentos para decantarse por éste último.
Para sus siguientes generaciones, G6 y G7, optaron por realizar unos productos más conservadores que, sin embargo, quedaban algo rezagados a la competencia. No fueron equipos malos, pero Huawei, Samsung y Apple luchaban por el podio del mejor apartado multimedia (audio+cámaras+pantalla); LG se quedaba cerca… pero bajo la misma franja de precio, pocos eran quienes tenían a sus equipos como primera opción de compra.
Para el G8 de 2019, LG volvió a experimentar, esta vez con Air Motion, una tecnología que permitía al usuario controlar su smartphone por medio de gestos realizados enfrente de las cámaras… La surcoreana promocionó por todo lo alto esta característica que, en la práctica, era más bien anecdótica y que sólo un puñado de aplicaciones propias sacaban partido.
Fuera de Air Motion, el LG G8 era un buen teléfono que, otra vez, quedaba eclipsado por las propuestas de la competencia, que centraba sus esfuerzos en ofrecer unas mejores cámaras, software más pulido, procesadores de última ornada, mayor almacenamiento y memoria RAM y diseños cada vez más estilizados.
Sólo unos meses después, LG lanzó al mercado su G8X, una pequeña actualización al anterior equipo que incluía como novedad la Smart Dual Screen, una pantalla extra que se anclaba desde el usb-c con el objetivo de potenciar la multitarea y productividad. El problema de esta innovación es que lucía como una alternativa a medio camino entre lo que estaban haciendo Samsung con su Fold o Motorola con su RAZR. Y la historia se repite: el equipo surcoreano es bueno, pero está ligeramente por debajo de sus rivales.
![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/04/1582789950_666115_1582790800_noticia_normal.jpg?w=800)
Para 2020, LG decide abandonar su serie G y deja de lado un momento la gama alta en un intento por tomar un nuevo rumbo; Velvelt es el equipo con el que la firma quiere renovar su imagen: un gama media-alta estéticamente hermoso y con características muy sorprendentes; sin embargo, esta vez su mayor lastre es el precio: 800 dólares, franja bajo la cual se mueven muchos flasgship’s de compañías chinas que le superan prácticamente en todo.
El último coletazo de la compañía vendría en la segunda mitad de ese año con su LG Wing, un dispositivo con un particular mecanismo de pantalla giratoria que, entre otras cosas, aportaba un mejor manejo de la multitarea y la posibilidad de usar el equipo como gimbal. Lamentablemente —y sin el afán de repetirme—, fuera de eso el equipo no era nada del otro mundo y se vendía por mil dólares, precio por el cual tenía que competir con lo mejor de Oppo, Samsung, Apple o Huawei, quienes tenían una encarnizada batalla por ofrecer la mejor cámara del mercado.
![](https://espacioastoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/04/450_1000.jpg?w=450)
LG intentó innovar por todos lados pero olvidó al usuario y sus demandas, que se han centrado (al menos en el último lustro) en tener un gran apartado multimedia, no en tener extravagancias que no pasan de ser funciones curiosas y que quizá sólo se ocupan una vez.
Por años, LG ofreció equipos reguleros en sus gamas asequibles y unos muy buenos en la gama alta que, tristemente, siempre a la hora de compararlos con la competencia salían perdiendo. Fuera de esto, es triste que se retiren del mercado de celulares pues siempre es bueno para el consumidor tener más y más opciones. Además, dejando de lado estos tropiezos, la empresa surcoreana también desarrolló algunos de los smartphones más recordados de la historia como LG G2 y Nexus 5. Hasta la vista, LG.